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Foto del escritorJessica Sharon

La lluvia: El arte que pinta nuestra vida





"Sin la lluvia y la niebla, no habría podido capturar el juego de luces y reflejos; las gotas son colores adicionales en mi paleta."

Estas palabras de Claude Monet nos muestran cómo la lluvia no es solo un fenómeno natural, sino también una invitación a ver la belleza oculta en lo cotidiano.


En su forma más básica, la lluvia es vida. Nutre la tierra, permite que las plantas crezcan y devuelve el verde al mundo. Pero la lluvia no es solo una acción física de agua cayendo sobre la superficie; es un momento en el que el cielo y la tierra se encuentran, y el ser humano, que camina entre ambos, se enfrenta a una verdad simple: somos parte de un ciclo más grande que nosotros mismos.


Cuando la lluvia cae en nuestras vidas


Piensa en la última vez que observaste la lluvia caer desde una ventana. Tal vez sostenías una taza de té caliente, mirabas las gotas golpeando el vidrio y, de repente, sentiste una calma profunda. La lluvia obliga al mundo a detenerse. Las calles se vacían, y el sonido rítmico de las gotas llena el espacio. Es un momento perfecto para reflexionar.


Pero la lluvia no es solo tranquilidad. También es tormenta. Pequeñas gotas pueden convertirse en un torrente, nubes grises se cargan de truenos y relámpagos, y la naturaleza nos recuerda que es impredecible. Como la vida misma, la lluvia siempre es una mezcla de belleza y caos.


Cuando la lluvia se convierte en pintura


Muchos artistas, como Monet, Turner o Van Gogh, usaron la lluvia para contar historias. El brillo de una calle mojada, un reflejo en el agua o las nubes cargadas que parecen a punto de estallar son parte del juego de luces y sombras, de sol y penumbra, que trae consigo la lluvia.


En la pintura, la lluvia es una oportunidad para mostrar contraste: un rayo de sol que se cuela entre las nubes, un destello de luz sobre un paisaje gris. Ese momento en el que todo parece oscuro, pero de repente emerge la claridad, es lo que convierte a la lluvia en una metáfora tan poderosa.


La lluvia en nuestra actualidad


En tiempos de tormentas –personales, políticas o sociales–, la lluvia nos recuerda que incluso en medio de la oscuridad puede surgir algo nuevo. En un mundo sacudido por la incertidumbre, los conflictos y los cambios constantes, como los que vivimos hoy, la lluvia se convierte en un símbolo de limpieza, de renacimiento, de luz que emerge entre las nubes.


La lluvia no es solo agua. Es proceso, es ciclo, es símbolo de una luz que se revela solo si nos detenemos y miramos a través de las gotas. En la vida, como en el arte, la lluvia es la herramienta que nos permite ver el mundo desde una nueva perspectiva, descubrir reflejos que antes no notábamos y crecer a partir de lo húmedo, de lo difícil.


Así que la próxima vez que llueva, no corras a esconderte. Deja que las gotas te toquen, escucha la historia que cuentan y encuentra, como Monet, los colores que aportan a tu paleta.


Jessica Sharon

24.11,2024



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